Cruce de lima y naranja amarga, la bergamota es conocida por su delicado aroma y su vibrante color. Este cítrico, de sabor fresco y amargo, aporta una elegancia sin igual a la cocina y ofrece innumerables posibilidades culinarias. El aroma de la bergamota es floral y delicado, por lo que es un ingrediente habitual en perfumes, además de realzar platos y bebidas.
En la cocina, la bergamota se utiliza a menudo para aromatizar postres. Piense en unas magdalenas delicadas o en un pastel de limón clásico al que se le añade un toque extra de cáscara de bergamota. Las mermeladas con bergamota también son una auténtica delicia, ya que el amargo de la fruta crea un agradable equilibrio con el dulzor del azúcar.
Además, la bergamota se presta perfectamente a aromatizar platos de pescado y marisco, con un toque de bergamota en una vinagreta o adobo que añade una sutil profundidad. En las bebidas, la bergamota es esencial en el té Earl Grey, pero también puede incorporarse a cócteles para darles un toque fresco, como un gin tonic de bergamota.
Con su aroma, color y sabor únicos, la bergamota enriquece tanto los platos dulces como los salados y eleva cualquier creación a un nivel superior.